martes, 28 de diciembre de 2010

Me Arrendé.-

Duele hablar y duele el doble no hacerlo cuando lo hago lloro pero al llorar y hablarlo supongo que dejo de pensarlo es pensarlo lo que más duele ver que en un momento todo va bien todo va lento todo va tranquilo y luego recuerdas que estás viviendo y tu cabeza se transforma en la justiciera la que no te permite ser feliz porque quizás algo hiciste algo muy malo que cada vez que la calma llega a ti a tu vida a tu espíritu la cabeza se encarga de no callarse hablar hablar decir cosas que nisiquiera se sienten pero que ella por alguna extraña razón te quiere hacer sentir el corazón le gana a la cabeza pero el corazón a veces habla muy despacio mi cabeza grita grita y grita cosas que el corazón no quiere escuchar porque sabe que no son ciertas cabeza de mierda cállate duérmete ándate de vacaciones y déjame vivir mis días mi vida y corazoncito sé fuerte habla despacito pero no dejes de hablar.

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