Se detuvo el paso del tiempo por un momento y sin previo aviso llegó el príncipe que había prometido salvarla de las manos de todos los dragones que en ese momento la rodeaban aquel príncipe que fue el sol que fue la mano que la levantó del lodo ahora la estaba volviendo a tirar 'ya no puedo seguir con esto' le dijo ella no entendía nada él no necesitaba explicar nada pues el tango se baila de a dos pero para dejar de bailarlo a veces sólo se requiere de uno.
No hubo tiempo para despedidas para qué? si él comenzó a despedirse desde mucho tiempo antes de confesárselo a la pobre niña que no tuvo tiempo siquiera para entregarle su corazón, que ya no servía pues estaba deshecho sin magia sin luz propia ya no latía sin él no existía 'yo sé que alguien te valorará y te amará como yo no puedo hacerlo ahora' fue una de las últimas cosas que aquel sapo le dijo.
La vida quedó estancada para la niña cada día más mujer y durante muchas vidas ella no salió de su pena que creía duraría para siempre, si, ella cree y aún cree en los para siempre, decidió no volver a amar decidió no volver a creer decidió que su vida estaría ausente de la vida misma decidió ponerse una caparazón decidió millones de cosas que jamás pudo cumplir pues sigue siendo una niña de ya 20 años pero niña al fin y al cabo no puede dejar de amar como tampoco puede dejar de temer teme a cada situación teme a que venga otro sapo disfrazado de príncipe y haga lo mismo que alguna vez hicieron teme a sufrir pero por sobre todas las cosas, teme a repetir la historia teme a ser la mala de la película a veces teme tanto que se está transformando cada día más en aquel sapo disfrazado de príncipe, el miedo cuando nos toma nos modifica y nos manipula es difícil salir de él es difícil revertir los papeles y tú moldear el miedo tú hacerlo estratégico para ti ella aún no sabe como detener ni dar freno a este miedo que no la deja sanar la pena sigue en su corazoncito la pena que ya no tiene nombre ni apellido la pena que no deja en este momento disfrutar de un príncipe que no sabe que lo es y goza con el disfraz de sapo pues es lo que cree ser aquel príncipe no sabe lo que es no sabe lo que vale no sabe lo importante no sabe que todo lo que la niña hace es por miedo ese miedo que dicta que hacer, ella lo ama ella le agradece el día en que comenzó la historia día en que no hubo necesidad de buscar los pedacitos de corazón que estaban en el suelo pues solitos se volvieron a acomodar en si misma, la luz la magia del mismo vino con el tiempo quizás a ratos se esconde y no se nota pero aún nadie puede calmar la guerra que en ella misma se vive, sin su consentimiento.
Después de todo, el sapo disfrazado de príncipe jamás estuvo tan errado, nadie sabe lo que pasará mañana o pasado, pero si es sabido que hoy aquí y ahora a aquella niña con cuerpo de mujer la aman. Nadie sabe de qué manera, pero es amada.
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