El otro día venía pensando en el camino de vuelta casa ( muy cansada pero aún así con la cabeza muy activa casi excesiva y obsesivamente ) en mí, en mi sueño constante, en mi flojera en mis no-ganas, en mi constante sensación de estar y ser nada y no es tristeza porque no estoy triste, a veces es angustia pero no siempre, es sólo sueño es sueño de pensar sueño de salir sueño de actuar es sólo no tener ganas de- ganas de lo que sea que normalmente tengo o solía tener ganas, y todo eso me llevó a pensar en mis relaciones, distintas relaciones pero sobre todo a mi relación, relación de pareja claro a la única que he tenido y a mi imposibilidad para tener una hoy por hoy.
Yo era feliz, muy feliz en pareja, la pasábamos bien me reí conocí lugares conocí sensaciones conocí sentimientos conocí la verdadera felicidad la intensa rabia la desgarradora pena mi sonrisa era verdadera mis enojos eran de mentira jamás me podía enojar de verdad vivía amurrada pero era el juego de él y yo y nuestra relación fue distinta (aunque cada una es distinta ) intensa muy intensa pero feliz, llegamos a soñar con el matrimonio con los hijos que tendríamos con los nombres que pondríamos con la casa que compraríamos esperábamos los 18 con ansias para poder cumplir los sueños me miraba lo miraba y en ese momento se creaba un universo nuevo para él para mí, logramos tener una conexión que con nadie jamás logré bastaba de un abrazo para calmarme de un beso para alegrarme y de una miraba para saber lo que estábamos pensando o sintiendo, muchas veces sin siquiera hablarme sin siquiera llamarme él si sabía cuando estaba mal y buscaba la forma de hacerme sentir mejor ( siempre lo logró ), dentro de toda mi inestabilidad ese período fue el período de tiempo más largo concreto y permanente que puedo decir qué feliz que fui, sin peros.
Terminó como todo en la vida es cíclico tocó despedirse y me costó claro sufrí lloré como todas las personas al vivir un luto quizás lloré más de lo que muchas personas lloran y sufrí el doble y por el triple de tiempo pero aún así creo que no es nada raro siempre he sido una persona excesivamente sensible con algunos temas y me cuesta mucho más sanar heridas de cualquier tipo, como decía lloré lloré mucho estuve muy mal pensé que se me derrumbaba el mundo y enrealidad el mundo se tornó un círculo vicioso de despertar verlo en clases llorar en recreos llegar a la casa ser feliz un momento y volver a llorar en las tardes luego en las noche ( no poder dormir sola en las noches, de hecho ) y así fueron meses en donde la pena se hizo cargo de mí, un estropajo parecía y realmente sin el apoyo de mi familia de las 8 personas y personitas que la constituyen ( que hicieron de mi pena personal una pena familiar ) creo que habría sido el estropajito sigala por mucho tiempo más.
Pero el tiempo pasó la sonrisa volvió poco a poco en un comienzo no del todo sincera pero por lo menos tenía las fuerzas para fingirla, siguió pasando el tiempo las lágrimas fueron más escasas escribir para él se hizo cada vez menos frecuente y con menos amor, como dice bitácora "me cuesta menos reír me cuesta más escribir", y fui conociendo más gente mucha más gente más niños llegaron a mi vida abrí un poco mi mundo para que gente que quizás quería conocerme lo pudiese hacer, comencé a salir más a comer más, a comer mucho a salir mucho a reir mucho a escuchar mucha música y así el proceso siguió y hoy por hoy ya no sufro ni lloro por él, lo extraño claro porque se volvió mi mejor amigo y por circunstancias de la vida ya ni un hola hay entre ambos, pero tampoco es una necesidad constante para nada es quizás en situaciones que sólo él conoce de mí cuando más lo necesito con un abrazo con una palabra de apoyo pero aprendí a dármela yo misma y aprendí también a saborear lo reconfortante de ello. A pesar de que el proceso ha sido largo ( mucho más para mí que para él ) no me arrepiento de nada, haberlo conocido ni mucho menos de haberlo hecho mi hombre el primero y el único, tampoco quedé con miedo quizás en un principio si, obvio la herida estaba aún muy abierta pero hoy por hoy no me niego a la posiblidad de volver a llorar por "amor" o volver a ilusionarme para luego caer feo al suelo, para mí eso es vivir y yo estoy dispuesta a vivir ... o estaba? he ahí el dilema.
No sé por qué razón no sé por qué proceso extraño de la mente o el corazón esto pasó pero me siento con una obsesión por la soledad y vuelvo al tema de las ganas de las no-ganas del sueño, puede alguien gustarme mucho pero el hecho de pensar en tener algo de cargar con otra persona sobre mí de pensar en un nosotros me aterra un poco y más que aterrarme es un eterno "me da paja", y el otro día lo hablaba con la dani y me decía que era una mala mujer que andaban miles babeando por mí que los entusiasmaba y que en el fondo yo no quería a nadie y que eso más basosos los ponía que por tonta me iba a quedar sola y es obvio nadie quiere morir sola por lo que no me agradó oír eso pero es obvio también que en este momento morir sola me importa nada.
No sé si es normal lo que me pasa o no pero si fuese así no me daría el tiempo para escribir esto para luego leerme y tratar de entenderme, quiero creer que la dani mi mamá mi hermano y la gente que me rodea está equivocada y que no es que me vaya a morir sol, sino que sólo no ha llegado persona que me sorprenda y me quite todo este sueño de vivir que llevo sobre mí ultimamente, alguien que me devuelva las ganas a sentirme parte de otro, y que acarree con lo que yo significo y que pueda regar un poquito la plantita que se está secando dentro de mí.
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