miércoles, 11 de agosto de 2010

Nota dos:

Un jamás nunca nunca es tan jamás existen las excepciones y para las excepciones el jamás no existe, y el para siempre lo único que tiene de siempre es que siempre tiene final.
Recuerdo que una vez prometí un para siempre que duró menos de lo que demoro en volverme un año más vieja y recuerdo también que otra vez aseguré jamás nunca volver a sentir algo parecido o tan intenso al menos ...
y aquí me veo hoy por hoy sintiendo algo en teoría parecido en la práctica absolutamente distinto, pero sin duda mejor mucho mejor, y es todo hermoso, en demasia.

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